Leiomiomas (miomas) / Temas del Dr. Mejía

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Los miomas uterinos son una enfermedad benigna muy frecuente. Pueden aparecer alrededor de los 20 años y no producir síntomas. Entre un 10% y un 20% de las pacientes requiere algún tipo de tratamiento. La tendencia en la actualidad es recurrir a técnicas mínimamente invasivas para extirpar o destruir los fibromas que producen síntomas molestos o severos como sangrados o dolor pélvico.

Los miomas o fibromas son tumores benignos del útero que se clasifican, según la localización y el crecimiento que adopten, en submucosos, intramurales o subserosos. Los miomas submucosos tienen su base en el miometrio y crecen hacia la cavidad uterina (endometrio), los intramurales se localizan totalmente en el espesor de la pared uterina (miometrio), y los subserosos crecen hacia fuera del útero, hacia la cavidad abdominal.

Si bien no están claras las causas exactas del origen de estas lesiones, los científicos creen que pueden estar ligadas a una predisposición genética y la influencia hormonal. Esto podría explicar por qué son más frecuentes en determinadas razas o grupos familiares.

Los fibromas pueden crecer rápidamente durante el embarazo pero recuperan su tamaño previo luego del mismo. Esto ocurre debido al aumento de los estrógenos durante ese período. Por otra parte, disminuyen de tamaño en la menopausia debido a la caída de los niveles de estrógenos.

Es muy difícil establecer la frecuencia real de esta patología dado que no existen registros de datos de prevalencia sobre enfermedades ginecológicas en general. Se estima que los miomas uterinos se encuentran en un 20 a 50 % de las mujeres.

En la encuesta nacional de salud de los Estados Unidos, refieren que los miomas uterinos ocupan la tercera posición de afecciones ginecológicas con aproximadamente 9,2 de cada 1.000 mujeres afectadas. Las patologías más comunes corresponden a las enfermedades de los anexos (trompas y ovarios) y las alteraciones menstruales.

Pero esta tasa parece ser muy inferior a las cifras reales y una respuesta puede ser que la mayoría de los miomas uterinos son asintomáticos y por lo tanto muchas pacientes afectadas no son diagnosticadas si no se someten a control periódico. Un estudio norteamericano, mostró que un 40 % de las mujeres de un grupo de control estaban afectadas por miomas uterinos.

Síntomas que pueden ocasionar los miomas:


La mayoría de los fibromas son asintomáticos o sea que no van a ocasionar síntomas o molestias , sólo el 10-20% de las mujeres requieren tratamiento. "Los fibromas pueden aparecer en una mujer a los 20 años, su evolución es lenta, y generalmente las mujeres comienzan a presentar síntomas recién a los 30 o 40 años".

De acuerdo con la localización, tamaño y cantidad de fibromas, la paciente puede presentar los siguientes síntomas:


-Ciclos menstruales prolongados, y abundantes, asociados a veces con hemorragias fuera del ciclo, que pueden llevar incluso a provocar anemia. Este es el síntoma más frecuente asociado con los fibromas submucosos que son los que están en relación con el endometrio, que es la membrana que esta en el interior del útero y es la que se descama cada mes para ocasionar las menstruación.

-Intensos dolores menstruales, tipo calambres.

-Dolor pelviano, distensión, debido a la masa fibroide o al peso de la misma, que comprime las estructuras pelvianas vecinas.

-Dolor de espalda, flancos o incluso de las piernas, debido a la compresión de estructuras nerviosas.

-Dolor durante el acto sexual.

-Presión en el sistema urinario, con aumento de la frecuencia miccional, incluyendo la necesidad de levantarse a orinar por las noches. En algunos casos, los fibromas comprimen los uréteres que conectan la vejiga con los riñones, bloqueando el normal pasaje de la orina desde los riñones.

-Compresión del intestino, provocando constipación o alteraciones del hábito intestinal.

-Distensión abdominal, haciendo creer un inexistente aumento de peso.

-También se pueden presentar como abortos recurrentes o infertilidad.

Los miomas estan asociados a la dificultad de la mujer para quedar en embarazo , en especial alquellos que se localizan en sitios cercanos a la cavidad endometrial (sitio donde se anidara el embrión o futuro bebe), y y en especial los miomas submucosos que están totalmente inmersos en la cavidad endometrial.

¿Cómo se llega al diagnostico de los leiomiomas?


"Generalmente los fibromas son diagnosticados durante la visita al ginecólogo, mediante el tacto vaginal, al palpar un útero aumentado de tamaño, y son a menudo confirmados con una ecografía abdominal o transvaginal.

Otros métodos diagnósticos disponibles en la actualidad, además de la ecografía transvaginal y abdominal, son la histeroscopía, la histerosonografía, la histerosalpingografía, o en algunos casos la resonancia magnética o la tomografía computada. Se trata de procedimientos indoloros, algunos pueden ser molestos pero son bien tolerados, y brindan información acerca de los fibromas y su relación con órganos vecinos a través de la obtención de imágenes.

¿Cómo es el tratamiento?


Los tratamientos: clásicos y novedosos


"El tratamiento dependerá del tipo de mioma, tamaño, localización, y deseos de fertilidad futura de la paciente, y la habilidad quirúrgica del cirujano. También es importante considerar aquellas mujeres que desean conservar su útero por que aun tienen esperanzas de buscar un embarazo.

Si los síntomas aparecen, las opciones terapéuticas son:


-Tratamiento médico: con drogas-medicamentos, que incluyen antiinflamatorios no esteroideos (DAINE), píldoras anticonceptivas y tratamiento hormonal.

Los antiinflamatorios tendran efecto en la disminución del dolor y a veces en ayudar a controlar los sangrados cuando son disfuncionales.

En cuanto a los progestágenos y los anticonceptivos ayudaran a disminuir la producción de estrógenos y a detener el crecimiento del mioma, y a controlar el sangrado y el dolor pélvico secundario a los leiomiomas , pero poco efecto tendrán en disminuir el tamaño del mioma y ningún efecto en desaparecerlos.

-Tratamiento quirúrgico: puede ser una miomectomía (resección quirúrgica sólo del fibroma) o histerectomía (resección quirúrgica de todo el útero). Ambas intervenciones se realizan tradicionalmente por cirugía abdominal o vaginal, pero en la actualidad la cirugía laparoscópica está reemplazando a la cirugía convencional dadas sus ventajas en la recuperación posoperatoria, mínima invasión, rápida recuperación, y mínimas incisiones (menos cicatrices).
 
En la cirugía laparoscópica mediante pequeñas incisiones se introducen trócares o cilindros de entre 0,5 a 10 milímetros con instrumental especial en su punta, que permiten la visualización y la extirpación de los fibromas o del útero en su totalidad en caso de no desear mas embarazos.

-Embolización uterina: es un nuevo tratamiento no quirúrgico que lleva a la retracción y disminución de tamaño de los fibromas. Este procedimiento, que es la embolización. El procedimiento es realizado por radiólogos cirujanos intervencionistas y consiste en la punción de la arteria femoral (a la altura de la ingle), y posterior embolización (oclusión) de ambas arterias uterinas, bajo control radioscópico, inyectando partículas de alcohol polivinílico gelificado, del tamaño de un grano de arena. Estas partículas se dirigen en primer lugar hacia los fibromas, donde se adhieren, no pudiendo "viajar" a otra parte del organismo (los fibromas actúan como una esponja, absorbiéndolos). Como resultado de la interrupción o disminución del flujo, los fibromas comienzan a disminuir de tamaño, por necrosis (muerte de tejido).

Con los nuevos advenimientos de la biología molecular se están desarrollando investigaciones de agentes antifibróticos y agentes antiprogesterona que podrían ser una respuesta al tratamiento de esta patología. También cabría un lugar para la terapia genética que es motivo de investigaciones en la actualidad.

En cuanto a la miomectomia o extirpación del mioma se hace claridad que se realiza la extracción de los miomas mas grandes ,que son macroscopicamente visibles para el medico , pero es probable que queden miomas muy pequeños no visibles o en localizaciones difíciles de extraer , o en donde extraerlos ocasiona mas daño al tejido uterino que beneficio real, por lo que a los 2 o 5 años se puede notar nuevamente el crecimiento de miomas en una paciente que se ha sometido a miomectomia.

En el caso de búsqueda de embarazo , se realizara una miomectomia 3 a 6 meses cerca del tiempo en que se piensa quedar embarazada y la técnica debe ser idealmente por laparoscopia para disminuir la ocurrencia de adherencias además que se puede optimizar la pelvis a la vez diagnosticar otros factores que afecten la fertilidad como los focos de endometriosis , las adherencias cercanas al ovario o a las trompas.

Para esta patología le recomendamos consultar con un Ginecólogo .
Ultima revisión del tema Abril/2014
Revisado y aprobado por el Dr. Alejandro Mejia López. Ginecólogo y Cirujano Estético.


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